El humo de los incendios forestales representa un peligro para los adultos mayores y otros

Las personas mayores de 65 años, las que tienen enfermedades pulmonares y cardíacas, corren un mayor riesgo.

Por Peter Urban, AARP


Si bien crea puestas de sol espectaculares, el humo de los incendios forestales en Canadá es un riesgo potencial para la salud de millones de personas en el país, en especial aquellos que son mayores o tienen ciertas enfermedades subyacentes. De hecho, los funcionarios federales emitieron alertas sobre la calidad del aire el 7 de junio en gran parte de las regiones del este de Estados Unidos, muy pobladas, incluidas las regiones del noreste, la región alta de los Grandes Lagos y el sur del Atlántico medio.

La Asociación Americana del Pulmón (en inglés) advierte a las personas mayores de 65 años o menores de 18 años; las que trabajan al aire libre; y las que tienen asma, EPOC u otras enfermedades pulmonares, enfermedades cardíacas crónicas o diabetes que monitoreen su respiración y su exposición al humo de los incendios forestales.

En Washington, D.C., la calidad del aire estaba en un nivel de rojo “poco saludable” de 196 en el índice de calidad del aire codificado por colores (AQI) y se esperaba que lo siguiera siendo hasta al menos el 8 de junio, según un sitio web de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), AirNow.gov (en inglés), que permite que los usuarios ingresen un código postal para obtener un pronóstico local de la calidad del aire.

¿Qué significan los colores y los números de AQI?

La EPA ha desarrollado el AQI, que mide la contaminación de partículas dañinas en una escala de 0 a 500. Todo lo que esté por encima de 150 se considera “poco saludable” para todos. El humo de los incendios forestales contiene partículas finas de 2.5 micrómetros de diámetro o más pequeñas.

La tabla del índice de calidad del aire puede ayudarte a conocer cómo proteger tu salud.AARP

Así es como la EPA lo descompone por color:

Verde. Buena calidad del aire —de 0 a 50— cuando “es un gran día para estar activo al aire libre”.

Amarillo. La calidad del aire moderada —de 51 a 100— cuando las personas que son inusualmente sensibles a la contaminación por partículas deberían considerar actividades al aire libre más cortas y menos intensas.

Naranja. La calidad del aire no es saludable para los grupos sensibles —de 101 a 150— cuando los adultos mayores, las personas con asma, enfermedades cardíacas o pulmonares; los niños y adolescentes; las poblaciones minoritarias y los trabajadores al aire libre deben tomar más descansos y estar atentos a la tos o la dificultad para respirar.

Rojo. La calidad del aire no es saludable —de 151 a 200— cuando todos deben considerar evitar las actividades al aire libre intensas o prolongadas, y tal vez trasladar las actividades al interior.

Morado. La calidad del aire es muy insalubre —a partir de 201-300— cuando las personas sensibles a la contaminación por partículas deben evitar toda actividad física al aire libre.

Rojo oscuro. La calidad del aire es peligrosa —de 301 a 500— cuando todas las personas deben evitar toda actividad física al aire libre.

Cómo protegerte de la mala calidad del aire

Aunque la calidad del aire puede ser preocupante, hay medidas simples que puedes tomar para reducir tu exposición. Primero, conoce lo que estás enfrentando. Mantente al día con los informes locales sobre el tiempo, consulta el sitio web de tu agencia estatal o local de calidad del aire, o visita AirNow.gov (en inglés) para obtener más información. Si la calidad del aire es una preocupación, estas simples precauciones de la EPA pueden ayudar:

  1. Quédate en el interior donde sea posible y mantén las puertas y ventanas cerradas.
  2. Si usas aire acondicionado, revisa el filtro y asegúrate de usar filtros de alta eficiencia que puedan capturar partículas finas del humo.
  3. Resiste la necesidad de aspirar, freír o asar carne o quemar velas, lo que puede aumentar la contaminación del aire interior.
  4. Si sales, considera usar una mascarilla N95, que puede filtrar partículas finas de menos de 0.3 micrómetros de ancho.
  5. Evita actividades agotadoras como cortar el césped o correr.
  6. Al conducir, cierra las ventanas y las rejillas de ventilación y activa el aire acondicionado en modo de recirculación.
  7. Sigue los consejos de tu proveedor de atención médica, en particular si tienes enfermedades pulmonares o cardíacas, o asma.
  8. No te olvides de tus mascotas. Minimiza su exposición a condiciones peligrosas del aire.

Doug Brugge, presidente del Departamento de Ciencias de la Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut, señala que la buena ventilación y la filtración del aire son protecciones importantes contra el humo de los incendios forestales.

“Permanecer en el interior puede parecer una manera de protegerte, y podría ser si vives o trabajas en un edificio que tiene un buen sistema de ventilación con filtros de reciclaje y de alta calidad, pero la mayoría de los edificios no cumplen con este estándar. Una protección adicional podría ser agregar un purificador de aire, ya sea un purificador comercial de alta calidad si puedes pagarlo, o construir tu propia caja Corsi Rosenthal (en inglés) con filtros de aire y un ventilador de caja. Las instrucciones se pueden encontrar en internet”, dice.

Peter Urban es un escritor y editor que se especializa en noticias sobre la salud. Urban trabajó veinte años como corresponsal en Washington, D.C., para periódicos en Connecticut, Massachusetts, Ohio, California y Arkansas, incluido un período como jefe de la oficina de Washington del Las Vegas Review-Journal. Su trabajo independiente se publicó en Scientific AmericanBloomberg Government y CTNewsJunkie.com.

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